A la mayoría nos cuesta volver a la rutina, a su ritmo frenético, a las tareas impuestas y al sonido infernal del despertador, después de haber pasado unos días o, los más afortunados, una semanitas de desconexión. Y es que aunque nuestro trabajo nos pueda apasionar, eso de disponer de tiempo libre nos «requeteencanta«, para que nos vamos a engañar. Todo lo sabemos.

Pérdida de apetito, dosis ingentes de pereza, irritabilidad a todas horas, insomnio cuando toca dormir, cabezaditas cuando toca estar despierto y productivo, son algunos de los síntomas más comunes cuando aterrizamos en nuestros puestos de trabajo. El conocido síndrome postvacional está más presente de lo que podemos admitir. Según Adecco, el 37% de los trabajadores en España está sufriendo o sufrirá este fenómeno al reincorporarse tras el verano, 4 puntos porcentuales más que el año anterior; y el 63% restante, aunque no padecerá la depresión, sí experimentará cuadros de fatiga y estrés vinculados a la correcta inadaptación.

Conociendo el panorama, no podemos remediar que vuelvas al curro y, es más, esperamos que regreses, pero si nos gustaría intentar que tu retorno sea lo menos traumático posible. Porque, al menos para nosotros, lo más complicado es volver a retomar ciertas labores menos creativas como la gestión de cuentas, reuniones y, sobre todo, adaptarse de nuevo a los horarios.

Trucos para hacerlo más fácil

1. Normaliza tu horario de forma paulatina. Lo ideal es que te incorpores al trabajo a mitad de la semana, y ya si es un jueves o viernes…¡Has triunfado! De esta forma, el impacto con la realidad es más light y tienes el fin de semana de por medio que te servirá como estimulo. Si esta posibilidad no la tienes o ya has empezado, encuentra otras formas de motivarte, planea algo que te apetezca para cuando salgas del trabajo o para cuando llegue a ti el codiciado sabadete.
2. Reordena tareas. Ya sabes que la planificación estratégica en nuestro sector es uno de nuestros mantras más top. No debemos de liarnos demasiado en nuestro caos, aunque seamos grandes defensores de que: «el desorden estimula la creatividad».
3. Prioriza agenda. Todo a la vez no puede ser, imposible. Ahora te cuesta más y, por tanto, tus tiempos no van a ser tan reducidos como hace unas semanas atrás, antes de irte de holidays eras un todoterreno del tipo Land Rover y ahora pareces más un Seat 600. Debes de darle prioridad a aquellos trabajos que requieran más inmediatez, teniendo en cuenta que no eres tan veloz.
4. Intenta no aburrirte. Para nosotros este tip es uno de lo más útiles, intentamos que la desidia no nos atrape porque sino mal vamos. Para ello, en aquellos momentos que parece que la apatía va a visitar tu escritorio, cambiamos de tarea a alguna más sencilla o amena.
5. No caigas en pensamientos recurrentes o negativos. Dedícate tiempo, practica yoga o alguna técnica de relajación que te ayude a recordar el lado bueno de la vida. Relativiza y no dramatices demasiado, que no es para tanto. De ésta salimos.
6. Mantén una dieta saludable e incorpora algo de deporte en tu rutina. Suena a topicazo pero es una verdad absoluta. Muchos de nosotros tenemos, en más de una ocasión, la sensación de que permanecemos eternamente sentados, acumulando grasas varias y líquidos, y que lo único que hacemos es ir y volver al trabajo. Practicar alguna actividad física y acompañarla de una buena alimentación, es una de las mejores formulas para liberarnos de esa percepción y sentirnos mejor en todos los sentidos.
7. Aleja el alcohol momentáneamente. Puede ser una gran debilidad ahora, después de haber acompañado tus vacaciones de alguna bebida espirituosa premiun o quizá de un buen vino Gran Reserva.  Pero ahora no es lo que más nos conviene, pues actúa como depresor del sistema nervioso central, por lo que aumentará la desgana y la desconcentración. Lo mejor es dejarlo guardado para los fines de semana. Al menos intenta separar esas cañas de cerveza de ti durante unas semanas, hasta que te habitúes a tu día a día.
8. Trabaja en equipo. ¡Qué importante es esto, con o sin depresión postvacional y más en nuestro sector! Ayuda poder apoyarte en tus compañeros y hacer piña, eso logrará que los resultados sean mucho más espectaculares. La unión hace la fuerza.
9. Momentos off. Algún que otro ratillo a la semana estaría bien desconectar un poco con tus compañeros y echar unas risas. Y es que el humor fortalece la motivación individual, crea un ambiente más agradable, favorece el aprendizaje, estimula la innovación, etc. En definitiva, permanecer 40 horas/5 días a la semana enfrente del ordenador sin interacción alguna, parece -según expertos y nosotros mismos- que no resulta el modelo de mayor productividad.             
10. Acepta. Permítete no llegar a todo y a cometer errores. De poco sirve fustigarse, valora lo que haces y establece nuevos objetivos y propósitos que te motiven.

Sea cual sea tu momento: ya estés medio adaptado al trabajo, acabes de aterrizar en tu puesto ó ahora sea cuando te marchas de vacaciones, no queremos que te alarmes con este artículo, ni te preocupes demasiado con la normalización de tu situación. El síndrome no suele durar más de un par de semanas hasta que tu cerebro vuelve a adaptarse a la rutina. Así que…respira y ¡date tu tiempo!

En la mayoría de casos no alcanza ninguna gravedad alarmante, pero, por desgracia, en algunos otros sí. Si no te encuentras bien, lo mejor es siempre acudir a un especialista en el ámbito.